jueves, 31 de enero de 2013

CUENTOS DE LA PAZ

Cuento colectivo de la paz de 2º C:

HABÍA UNA VEZ UNOS NIÑOS QUE NO TENÍAN JUGUETES. Y EMPEZÓ EL DÍA. SE VISTIERON Y SE FUERON AL COLEGIO POR DONDE TRABAJABA SU FAMILIA. COMIERON ARROZ Y JUGABAN. TENÍAN UNA LIBRETA PARA ESCRIBIR. Y, AUNQUE NO FUERAN COMO NOSOTROS, SIEMPRE ESTABAN FELICES. SE HACÍAN UN BALÓN DE BARRO PARA JUGAR AL FÚTBOL Y TAMBIÉN JUGABAN CON BARRO. UN NIÑO DIJO: ¡DA IGUAL LA POBREZA, LO IMPORTANTE ES TENER AMIGOS! FIN
(Este cuento lo hemos creado contribuyendo con una frase cada alumno que ha querido participar)

Otros cuentos de la paz:
La mina de oro:
Había una vez dos países en guerra porque en medio de ellos había una mina de oro y diamantes y los dos países la querían para ellos.
Pero un día, a un país se le ocurrío una idea que era la siguiente: Compartirían la mina para los dos, el oro que sacaran sería la mitad para cada uno y con los diamantes harían lo mismo.
Los dos países se reunieron y se dieron cuenta de que aquella idea era muy buena y los dos países podrían acabar la guerra.
Al final, los dos países firmaron la paz y fueron amigos para siempre. ¡FIN DE LA GUERRA!
Autor: Rafa Zúñiga

Un hogar en paz:
Había una vez uno niños que se peleaban. Un padre que los vió peleándose los separó. Así que nunca los vío peleándose más. El padre les explicó que pelearse era malo y que si tenían algún problema entre ellos, tenían que resolverlo dialogando y llegando a un acuerdo que sea el más adecuado para los dos. Los niños ya nunca más se pelearon y la paz reinó en el hogar.
Autor: Javier Rivas

Guerra de vecinos:
Havía una vez dos pueblos vecinos. Sus habitante se llevaban muy bien, todos lo compartían todo. El alcalde de uno de los pueblos, tenía un melocotonero que era el único en muchos kilómetros. Un niños del otro pueblo, cogió uno para merendar. El alcalde lo vió y se enfadó tanto que discutió con el otro alcalde y cabaron declarándose la guerra.
Los dos pueblos lucharon mucho tiempo.
Al final el niño que cogió el melocotón, fue hasta un pueblo lejano a comprar un melocotón para devolvérselo al alcalde; a este le dió tanta vergüenza de haber declarado la guerra a sus vecinos por un melocotón que les pidió perdón, les regaló la cosecha de ese año y la guerra acabó para siempre. Fin.
Autor: David Sánchez


Un mundo de paz:
En un pueblo había unos niños que eran muy pobres y estaban hambrientos. Sus papas decidieron hacer una banda de música y tocaban para todos los pobres del mundo. Se hicieron famosos y con el dinero que ganaron construyeron una casa donde iban los niños y les enseñaban a ser buenas personas, a no robar y no matar.
Autor: Nacho Molina


El padre y la hija:
Érase una vez un padre que le estaba preparando la fiesta de cumpleaños de su hija Teresa. No sabía que regalarle, entonces, vio diez cachorros dálmata, los cogió, compró canastos, los collares, las correas y los tazones. Como sólo faltaban cinco minutos para el cumpleaños de su hija, se dio mucha prisa en ir a su casa. Su hija los vio y le encantó ese regalo. Un día, iba paseando a los perros y una amiga suya preguntó de dónde los había comprado; Teresa le dijo que su padre se los había encontrado y que hoy su padre se había encontrado otro cachorro. Desde entonces, en adelante, en todo el mundo adoptaban a todos los animales abandonados. Fin.
Autora: Laura Higueras


El médico y la paciente pobre:
Esto era una chica muy pobre que necesitaba un corazón nuevo. Esta chica se ponía al lado de una esquina de unos bloques de pisos, a pedir para comer. Y en uno de esos días, apareció un chico de los bloques de pisos donde se ponía la chica y la vio. El chico resultó ser médico y en vez de echarle dinero, le dijo que se fuera a su consulta para mirarla. Entonces la miró y la curó y le preguntó si quería vivir con él. La chica dijo: ¡Si! Entonces, empezó a comprarse ropa, cada vez estaba mejor y un día el chico le preguntó si quería ser su  ayudante y ella dijo: ¡Sí!. Y ya la chica no volvió a pasar hambre. Fin.
Autora: Elen Guillén

Amigos para siempre:

Érase una vez unos niños que se llamaban Pedro y Pablo y siempre se estaban peleando: porque yo tengo menos juguetes... por todo.
Un día, era el cumple de Pablo y le regalaron un coche teledirigido. Pedro, cuando lo vio, se lo pidió prestado. Pablo le dijo que no y Pedro se enfadó mucho y le rompió el coche.
Un día, estaban paseando por el parque y vieron a unos niños que se prestaban las cosas y a partir de ese momento, ellos también empezaron a prestarse las cosas y no se peleaban. Fin
Autora: Ana Linares


El paro:
Había una vez un niño que no tenía padre porque murió en la guerra, desde entonces las odiaba.
Pasó el tiempo, se hizo mayor y fue un gobernador de un país importante y habló con todos los países del mundo para conseguir la paz. Pero era muy difícil. Entonces tuvo una gran idea: salió en la tele y habló al mundo entero, diciendo que se unieran todos para conseguir la paz. Y lo consiguió; la gente echo a los que mandaban y mandaron gente buena y así no hubo más guerras y el hombre fue feliz y el mundo también. Fin
Autor: Sergio Medina


El niño rico:
Había una vez un niño que era muy pobre y al cabo de unos días, a una señora muy rica le dio pena y se lo llevó a su casa y le dio de comer y se quedó allí unos días, y días, días y días, hasta que la mujer lo quiso adoptar. Entonces le dio estudios, le dio ropa, le dio dinero... y el niño fue un gran trabajador y tuvo una hermana. También tuvo amigos que eran pobres y le dijo a su madre que los cuidara ella también.
Consejo: Ayuda siempre a los pobres, a los ancianos y sobre todo a los padres.
Autora: Isabel Guzmán

El valle de la paz:
Érase una vez un valle en el que reinaba la paz y había personas que no eran violentas. Luego salió y vio una chica alta y guapa que se llamaba Lucía y un chio que se llamaba Jesús, querían ser sus amigos. Ellos eran realmente los que sembraban la paz en el Barrio, haciéndose amigos de todos, dando igual la raza y la edad que tuvieran, no había peleas y sembraron la paz. Fin
Autora: Mireya Zafra


Los niños que les gustaba la paz:
Había una vez un grupo de amigos que estaba jugando y un niño se quería pelear, entonces los niños se reunieron para decirle al niño que no se peleara, que es más divertido siendo mejores amigos. Fin.
Autora: Paula Molina

La mujer y el perro:
Era una mujer ciega, un día fue a tirar la basura y oyó que en el suelo, en una caja, había un cachorrito llorando y tiritando. La mujer lo cogió, le dio cobijo y cariño. El perro creció  y por agradecimiento se convirtió en su guía y su más fiel amigo. Fin.
Autora: Ana Isabel Urquiza


El huerfanito:
Érase una vez un muchachito que no tenía papás, no tenía dinero para comer y tampoco para vestir. Vivía entre cartones, pasando mucho frío. Un día pasó una buena señora que tenía tres hijos, cuando la señora vio al muchachito, lo acogió en su casa, junto  con sus tres hijos, como a uno de los suyos. Los hijos de la señora eran iguales de buenos que su mamá y lo quisieron para siempre como a cualquiera de sus hermanitos y todos los días se sentaban juntos, juntos hablaban, jugaban y comían como una verdadera familia. Fin.
Autor: Jesús Ruiz de Valdivia

La niña peleanta:
Había una vez una niña que se peleaba con todos sus amigos, porque le caían mal todos; no conocía la paz. Entonces nunca jugaban con ella. Pero un día, aprendió la lección de la paz y le pidió perdón a a todos sus amigos y amigas y ya no se peleó nunca, para tener muchos amigos y amigas. Al final, esta niña que se llamaba Lucía, comprendió que si había paz en el mundo toda la gente se llevaba bien. Fin.
Autora: Silvia González



Que todos vivan en paz:
En el desierto había una aldea donde vivían unos niños. Entre ellos estaba Carlos. Eran muy pobres y Carlos  tenía mucho miedo, porque en el aldea había muchas guerras y mataban a mucha gente. Un día, aparecieron unos hombres con unos cascos azules, que eran de la ONU y les ayudaron a no pelearse nunca y así, Carlos dejó de pasar hambre y miedo. Fin.
Autor: Oscar Molina



Hienas y leones:
Un día, por la mañana, la hiena María paseaba por la sabana. De repente, una leona la perseguía. Cuando María se dio cuenta, empezó a correr para salvar su vida. De pronto, la leona se clavó en la pata una rama. Cuando Marisa se da cuenta de que la leona estaba herida, llamó a sus amigos y decidieron ayudarla. Entre todas las hienas, la llevaron debajo de un árbol y entre todas le curaron las heridas. A partir de ese día, la leona decidió no perseguir nunca más a las hienas, hicieron las paces y fueron amigas  para siempre. Fin
Autor: Álvaro Sánchez

El coche:
Había una vez una familia que montaba en coche mucho rato y un día se les rompió: las ruedas, las puertas, las ventanas, en fin, se les rompió todo el coche. Y llorando, llorando se quedaron día a día, llorando más y más fuerte. Hasta que Cris tuvo una idea: pedirle a todas las casas del mundo que le dejaran algún coche. Pero no le dejaron ninguno hasta... que se escuchó un alboroto. Arturo, que es como se llamaba, sin decir ni hola, les preguntó qué les pasaba. Cris le contó que se les había roto el coche y nadie les prestaba uno: -Supongo que tú tampoco.
Sin decir nada más, Arturo se fue a su cochera y les trajo un coche:-Toma, te lo puedes quedar. Fin
Autora: Lucía Zarco

Érase una vez dos niños que eran muy amigos, pero un día mientras jugaban al pilla pilla, se enfadaron.  Los niños, que se llamaban Ángel y Javi se enfadaron porque siempre le tocaba pillar a Ángel y se enfadó y le dijo a Javi que pillara él. Pero Javi no quiso y por eso se enfadaron. Después de una semana, decieron hablar y decidieron pillar una vez cada uno y volvieron a ser amigos. Fin
Autor: Iván Torres



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